martes, 7 de octubre de 2008

Ramón Illán Bacca


Viejo querido, inteligente y conversador insuperable, Ramón Illán ha ido dejando ahí, como buen costeño, como quien no quiere la cosa, una obra narrativa cuya lectura siempre es regocijante. Ya es hora de que alguien reedite Débora Kruel (novela) y Marihuana para Göering (cuentos), dos de sus mejores libros. Para que queden antojados, aquí dejamos un fragmento de “Marihuana para Göering”, la historia de un juez ingenuo pero quizá por eso mismo justo, que se enfrenta solo, aun con la policía en contra, a un mafioso guajiro en plena bonanza marimbera. Quien quiera conocer el destino del juez Göering, pues búsquese alguna de las escasas ediciones del libro, que este blog no está para violar los derechos de autor de los baccanes.

Marihuana para Göering

Una noche, cuando veía en el cine a Rosita Quintana y Arturo de Córdova bailar un bolero intenso, el secretario le tocó el hombro interrumpiéndolo.

-- Perdone, pero es urgente. Hubo un lance con resultado de dos muertos y un herido.
-- ¿Qué fue exactamente, secretario…?
-- Bueno, pues yo oficialmente no sé nada, pero dicen que fueron Chicho y José Durán, usted sabe, cosas de marihuana, un mal reparto tal vez…

Se hicieron todas las ritualidades del levantamiento de los cadáveres y al lado de uno de ellos se encontró un sombrero con las iniciales de José Durán en el dorso. "Que se tome como indicio necesario", ordenó. "No se lo recomiendo", le aconsejó el secretario. Esto sólo logró enfurecerlo. "Haga lo que le digo". Así se hizo, no sin que antes el secretario arqueara las cejas y mirara dubitativamente a los policías acompañantes.

Prosiguió con bríos el sumario. Era su primer gran caso y por primera vez decidió tomar las riendas del juzgado y aprender. Estaba poseído del espíritu de la Investigación Göering versus Marihuana. Ante la reticencia de su secretario, él mismo, de su puño y letra, dictó la orden de captura contra José Durán.

El "Repórter Esso" como se llamaba a la comadrona del pueblo, le aconsejó: "no hagas nada. Haz como el anterior juez, échale tierra al asunto. Durán es capaz de matarte".
No hubo fuerza en el mundo capaz de disuadirlo, ni aun con morbo, pues la comadrona empezó a tironearle los dedos de los pies. Refinamiento Oriental aprendido en "Selecciones" (Memorias de un marino gringo en el Japón, cuyo apellido era Butterfly).
Cualquier tarde y cuando estaba en un taburete sentado en la puerta del juzgado, arregostado contra la pared y leyendo el periódico del día anterior, oyó el alboroto. Alguien preguntaba por él a grito pelado. Pronto tuvo en frente a un hombre alto, fornido, moreno con un sombrero colosal y el par de revólveres más grandes que hubiera visto en su vida.

-- "Yo soy José Durán y usted me mandó esto"— agitó frente a su cara la boleta de captura.

"Ciertamente" –contestó el juez con un hilo de voz mientras con la mirada buscaba desesperadamente algún policía. Estos habían desaparecido en lontananza. Se sobrepuso sin embargo y le dijo:

--"Pase a mi despacho, que necesito formularle algunas preguntas".

Para su sorpresa, el hombre accedió sin protestar. El secretario, con las manos temblorosas, no podía meter el papel en la máquina de escribir.

-- “Pero antes se me quita el sombrero”. No sabía de dónde estaba sacando tanta fortaleza, pero se sabía representando toda la majestad de la justicia.

El hombre presentó una declaración amañada en donde la ayuda del secretario fue decisiva. Si el juez hubiera sido más atento lo hubiera notado, pero su inocencia en cuestiones de procedimiento era total.

Más tarde, al verlo pasar cerca al bar, José Durán le gritó:

-- “Ajá, juez, ¿y cómo van esos sumarios…?”

Sintió arderle el rostro de rabia e impotencia. Alcanzó a ver de reojo que Durán conversaba con el marido de Josefa Pastora y sintió que daba el salto de la angustia al miedo.

5 comentarios:

Camilo Jiménez dijo...

No he leído nada de Ramón Illán, pero si sus relatos son como su conversación auguran risas e historias desopilantes. ¿En el original se repite el párrafo cuando el juez mete la hoja en la máquina de escribir o se trata de una erratilla? No encuentro mi ejemplar del libro para confirmar...

Carlos Augusto Jaramillo dijo...

Querido Camilo: gracias, sí era un error. Corregido, gracias a vos.

Anónimo dijo...

Hace años leí esos cuentos por un comentario de Hector Abad, busqué la novela Deborah Krues (así es el título?) pero no estaba ni en la blaa...es tan divertida???

Johan Bush Walls dijo...

Debo confesar que no me gustó Don Ramoncito, pero es bueno seguir leyendo cosas de escritores colombianos.

Salú pue.

Luis rafael dijo...

Ramón Illán Bacca es escritor y personaje a la vez; por ello, es grato encontrarse con un texto ýa sea de él o sobre él.
Lo invito a que sean parte de Lectores amigos de Ramón Illán Bacca, un grupo en facebook que busca promover su obra.
http://www.facebook.com/home.php?#!/group.php?gid=186794950962