sábado, 8 de diciembre de 2007

Vale más que ochocientas páginas

Una vez nos contó Alberto Salcedo la siguiente historia en Manizales. Invitaron a Juan Manuel Roca para que oficiara de jurado en un concurso literario en Antioquia (en Envigado, tal vez). De todos los manuscritos que leyó el poeta, recuerda uno especialmente. Se trataba de una extensa novela (más o menos ochocientas páginas) intitulada El Maizal, que contaba la historia de amor entre Efraín y María. Roca leyó unas cuantas páginas iniciales y, cansado de los obstáculos que impedían a los protagonistas disfrutar su enamoramiento, pasó al final. Allí se encontró con que, por fin, Efraín y María pudieron ser felices. La novela remataba, memorablemente, con algo como esto: “Y después de tantas peripecias, Efraín y María pudieron consumar su amor allí en el maizal, como se aprecia en la siguiente fotografía”, y en efecto, aparecía una foto con Efraín sentado en medio del maizal, poncho, sombrero y palillo entre los dientes, abrazando a una gozosa María. Suponemos que fue la que ganó.

2 comentarios:

Martín Franco Vélez dijo...

Y si no ganó, eso fue un robo. No joda.

GABO dijo...

Buena manera de narrar. Puede sumársele a los tipos de novela alternativa que expone un personaje de Sábato en Abbadon el Exterminador