Hace unas semanas, el amigo Franco nos recordó la inigualable novela de Kennedy Toole. Ahora nosotros, que pensamos que el mundo necesita ideas nuevas, sobre todo para acabar de una vez por todas con las malditas matanzas, les presentamos la propuesta de Ignatius Reilly, que encontramos inmejorable. Reilly idea una conspiración anal para lograr la paz en el mundo. La idea de Reilly es que los homosexuales se unan en un partido político internacional, y vayan ingresando disimuladamente a los ejércitos y parlamentos del mundo. Luego de lo cual, no habrá más guerras ni conflictos internacionales, ya que dirigentes y soldados se estarán dando por el culo mutuamente. Pero no en el sentido metafórico, sino en el literal. Ignatius escribe lo siguiente cuando está fraguando esta conspiración:
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Nuestro primer paso será elegir a uno de ellos para un cargo muy elevado: la Presidencia… Luego habrán de infiltrarse entre los militares. Como soldados, estarán todos tan continuamente consagrados a confraternizar entre sí, confeccionándose los uniformes de tal modo que se ajusten como tripas de salchicha, inventando trajes de combate nuevos y variados, dando fiestas y cocteles, etc., que no tendrán nunca tiempo de combatir… Al ver los éxitos que obtienen aquí sus camaradas uniformados, los pervertidos del resto del mundo también se agruparán para controlar los estamentos militares de sus respectivos países. En aquellos países reaccionarios en que los invertidos puedan tener problemas para hacerse con el control, les enviaremos ayuda, les enviaremos rebeldes que les ayuden a derribar sus gobiernos. Cuando hayamos derribado al fin todos los gobiernos existentes, el mundo no tendrá ya guerras sino orgías globales realizadas con todo protocolo y con un espíritu verdaderamente internacional, pues estas gentes superan las simples diferencias nacionales. Su inteligencia sólo tiene un objetivo; están verdaderamente unidos. Piensan como uno solo.
Tomado de John Kennedy Toole, La conjura de los necios, Círculo de lectores, 1984.
Tomado de John Kennedy Toole, La conjura de los necios, Círculo de lectores, 1984.
4 comentarios:
¡Ignatius presidente!
Estubo bueno su comentario, yo también lei la conjura de los necios y me parece un excelente libro, es para pensadores e idealistas.
bye
Bien, bien, sólo habría un problema, los señores del otro lado (está bien los mariquitas) son tan sentimentales que si les encargamos esa tarea se echan a llorar porque nadie los entiende...
Por otro lado, esta idea me hizo recordar la que propuso El Astrólogo en Los Siete Locos, de Roberto Arlt, donde pretende financiar la revolución anarquista, mediante la instalación de prostíbulos en toda la Argentina, que a su vez servirían de cuarteles donde prepararían el gas para dar el golpe de estado.
la o el anónimo me parece que está emulando a Ignatius por la puerta de atrás...bye
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